sábado, 13 de julio de 2013

METAMORFOSEADA


He cambiado. Mucho. Muchísimo. Y lo peor es que no me había dado ni cuenta...

Hoy, echando un vistazo al ordenador en el que solía escribir hace mínimo 10 años, he visto dentro de la carpeta "Cosas de Ana" una subcarpeta que se llama "Historias" y me he sorprendido bastante. También andan por aquí mis libretas de hace siglos...

Lo peor de cambiar de forma de ser, de forma de pensar, es que es un proceso tan progresivo que no te das ni cuenta. Lees tus propias palabras diez o quince años después y no te reconoces, más que nada porque la experiencia te ha demostrado cosas que antes ni siquiera intuías...

Yo he notado los cambios en los demás. He perdido puntos en común con mucha gente... Y creo que mantengo parte de mi esencia, no obstante, cuando lo pienso fríamente, me parece que de mi antiguo yo me queda un poco lo de hiperpensaraquello de los semáforos que tanta gracia hace a todo el mundo, un poco de esto, un poco de aquello... y no sé si mucho más... 

Desde que entregué las llaves del reino, han pasado ya 5 años, y creo que ese es uno de los puntos de inflexion de este cambio... Sobre si me gusto más o menos ahora o antes, no sabría bien qué decir... Lo que veo con claridad es que ahora me cuesta bastante menos decir según que cosas, pero también, como comentaba en el post anterior, me cuesta muchísimo más decir según que otras...

Y es que, queriendo o sin querer, todo cambia, nada permanece... Los lugares que conocimos ya no son exactamente iguales, las personas que fuimos ya no existen y aquellos que nos sirvieron de apoyo para crecer también han cambiado o simplemente ya no están...

Supongo que una rana está destinada a metamorfosearse... Pero cuando yo era una renacuaja ni siquiera lo sospechaba ;)

1 comentario:

cocodras dijo...

Todos cambiamos, seamos ranas o no ;) Y claro, es más difícil percibir nuestros propios cambios. De hecho, creo que los puntos en común con los demás se pierden, no sólo por su cambios, sino también por los nuestros.

A veces me paro y pienso que ahora no me apetece aguantar determinadas cosas, de amigos o no, que antes sí aguantaba. Y en ese momento se rebelan porque estaban acostumbrados a cierta manera de ser... Creo que empiezo a enrollarme :D Lo dejo aquí y mejor sigo pensando en el relato para el bring de escritura :D